

Tetela de Ocampo
Tetela contra el proyecto minero

Nos comenta Sergio Mastreta en su blog tetela hacia el futuro:
Nosotros solamente estamos defendiendo la salud de nuestras familias, el agua es la vida, esa es la voluntad de Diosā¦
Tetela de Ocampo, Puebla.- Hace meses que este pueblo serrano se puso en marcha contra la instalación de una mina a cielo abierto en el cerro Espejeras. El sĆ”bado en la tarde lo hizo nuevamente para confirmar que no quiere nada con la minerĆa. MĆ”s de dos mil personas recorrieron siete kilómetros entre la cabecera municipal, el poblado de La CaƱada y de regreso, en una caminata que no dejó de ser un jolgorio, a pesar de que la hicieron casi corriendo, como si todos supieran que aquĆ la lluvia cae repentina y no reconoce enredos, mudanzas y desvarĆos humanos.
Miles, en un pueblo de no mĆ”s de seis mil personas. Casi son todos las abuelitas y los niƱos que a la par marcharon entre las parvadas juveniles y las cabezas de familia. Y ahĆ se quedó el caserĆo, entretenido con muchos asuntos para una tarde de sĆ”bado: un festival roquero en la plaza de los Tres Juanes, organizado por Tetela hacia el futuro, como cierre de la manifestación antiminera; una sesión de lucha libre, boleto pagado de por medio, en auditorio municipal; una boda con banda musical de por medio en la callejuela que lleva al barrio JuĆ”rez; una procesión católica alumbrada en las sombras por rezos y veladoras. Para todos tuvo ese sĆ”bado en Tetela, mĆŗsica y movilización social para entretener una jornada serrana a la que el sol sometió sin clemencia, como si hubiera amenazado a ese concierto de humedades que remonta en silencio el rĆo Zempoala para asaltar la caƱada de su afluente el Papaloateno. Y ahĆ se quedaron las nubes que asomaron por el enorme monolito del cerro Zotolo, con sus rizos regaƱados, repelonas como pelambre de viejo, y dejaron que el azul del cielo cristalino envolviera el griterĆo serrano.
ĀæPor quĆ© ha salido Tetela a marchar a paso largo por su caƱada aƱeja? Nada ha ocurrido en dĆas recientes que cambie este letargo del conflicto provocado por el proyecto de instalación de una explotación minera a cielo abierto. La empresa no se mueve: nada se sabe del avance de la manifestación de impacto ambiental que por obligación federal tiene que presentar si quiere seguir adelante. Los gobiernos ocultan sus movimientos en el escritorio: ni idea se tiene de la intención del gobierno estatal para declarar como Ć”rea natural protegida la región de La CaƱada, y de Ć©l solo se mantiene el interrogante sobre las verdaderas motivaciones de la renuncia de Amy Camacho como Secretaria ambiental; y del federal queda suponer que se mantienen en el vacĆo al que los funcionarios se refieren cuando hablan del āproceso de entrega-recepciónā.
Sólo Tetela se ha movido. A veces con rumores: que alguien estÔ levantando encuestas a favor de la minera; que en telefonazos con números del Distrito Federal se ha desconvocado a la marcha; que si los que encabezan la movilización sólo les interesa promoverse para el proceso electoral del año que viene.
Pero cuando se mueve en serio es contundente: lo fue para cercar al Secretario de EconomĆa poblano cuando por primera vez en su vida visitó este pueblo; y mĆ”s cuando convirtió el desfile patrio del 16 de Septiembre en la mĆ”s certera manifestación contra el proyecto minero. Y lo confirmó nuevamente el sĆ”bado en mantas y consignas: āagua sĆ, cianuro noā, ātoda mina contamina, toda mina contaminaā, āmi vida vale mĆ”s que una pinche minaā, āFuera Frisco, fuera Friscoā, Tetela no se vende, se ama y se defiendeā. Y con ellas han recorrido los siete kilómetros sin detenerse. Apenas unos minutos en La CaƱada, un pueblo que ha recibido a los tetelenses apenas con algunos vecinos asomados. āLa gente aquĆ tiene miedoā, dicen los de la cabecera. Y les han expuesto apenas en dos minutos y por los altavoces de las camionetas que han abierto la marcha las razones del rechazo a la minerĆa.
ĀæPor quĆ© han marchado entonces? ĀæQuĆ© significa esta masiva respuesta a la marcha convocada por Tetela hacia el Futuro? AsĆ lo expresó GermĆ”n Romero, el hotelero serrano que a sus setenta y cinco aƱos ha encabezado esta asociación civil: āUn pueblo unido jamĆ”s serĆ” vencido, este pueblo tiene que hacer valer sus derechos y ver que respeten su voluntad. Nosotros solamente estamos defendiendo la salud de nuestras familias, el agua es la vida, esa es la voluntad de Diosā¦ā